Política al Margen...
Jaime Faisal
Habrá de reconocer que Héctor Santana goza de una aceptación popular que le sirvió y llevó a triunfar con cierta comodidad en los comicios de junio pasado en Bahía de Banderas. Esa aprobación, cabe resaltar, no la había tenido ningún otro candidato o alcalde en el municipio.
Ya sea por el efecto morena, o por su trabajo personal que a lo largo de los años ha venido haciendo en Bahía de Banderas, pero hay que aceptar que, en este momento, la gente lo sigue y lo quiere.
Su trienio está empezando con cierta tranquilidad política. Y aunque ha sumado a su equipo de colaboradores a personajes cuestionados y cuestionables, Héctor Santana mantiene la misma postura con respecto a tales figuras, solicitando comprensión y tiempo para que demuestren que, en realidad, sí tienen ganas de trabajar por Bahía y su gente. Bueno, al menos eso dicen ellos…
Lo cierto del caso es que el alcalde está iniciado su administración con el pie derecho. Con algunos tropiezos. Entendibles sí, más no justificables por su trayectoria en la función pública, situación que nos obliga a preguntarnos si esa popularidad con la que hoy goza e inicia su mandato en Bahía, le alcanzará al final de su trienio para continuar en la vida política del municipio o el estado.
En el peor de los escenarios, si en el camino, esa popularidad la irá dinamitando él mismo, su equipo de trabajo con malas decisiones, posturas caprichosas, o de plano les ganará la codicia y la ambición. Aunque ha sido enfático en afirmar que no caerá en las tentaciones que rodean a quién detenta el poder en un municipio como Bahía, nadie puede asegurar que no pueda suceder lo contrario.
Algo tiene esa silla que transforma a quienes se sientan en ella…en serio, ejemplos hemos tenido para hartarnos y propiciar que la gente esté hasta la mother de esa clase de políticos gandallas y aventureros… por el bien de Bahía y sus habitantes, esperemos que Héctor Santana sea la diferencia y no se convierta en un ex presidente municipal innombrable más…