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Por: Ramón García
.- Han pasado ya 7 años desde que la «izquierda» tomó por asalto a nuestro país, México, o por lo menos lo que creemos que es nuestro país, y lo digo porque si hay que analizar y entender, el territorio donde nacimos y crecimos ya no es propiedad nuestra, es de unos cuantos adoradores de un mesías culero y traumado que decidió vengarse de sus enemigos mentales cual chaqueto adolescente.
Fundó un régimen copia a la mexicana del sistema cubano y venezolano, donde poco a poco pero consistentemente se van perdiendo las instituciones y garantías individuales y colectivas, donde ya no importa si sabes leer y escribir, no importa si sabes escuchar, entender o disentir, porque todo está cambiando para favorecer a una recua de burros indecentes que les cuelga mas la lengua que las bolas…
Se instituyó el método de la SINVERGUENZADA, donde se habla de que no existe el nepotismo y lo hay, que no hay corrupción y apesta a corrupción, donde hay gente decente y son las peores ratas que hemos tenido en el gobierno… no importa si usted tiene razón para pensar mal, porque en la presidencia tienen otros datos, esos datos que ellos necesitan para defender sus tranzas, datos que son únicos y validos a fuerza de censurar a quienes promuevan su falta de razón.
Pero si desde antes el «Pueblo bueno y sabio» en realidad no entendió por quien votaron, ni saben que es votar… imagínense cuando en su necedad de defender lo que no saben se vuelven cómplices idiotizados de quien les compra la porquería de conciencia con 2,000 pesos bimestrales mientras el gobierno por cada peso que les da se roba 1 millón…
Esas complicidades entre el crimen organizado y los «políticos» no son nuevas, pero tampoco eran tan evidentes, tan peladas, tan obvias como lo son en este régimen de mierda, donde no se puede confiar en la policía municipal, transito, guardia nacional o el ejército, dentro de poco no podrás confiar ni en los bomberos…
Recuerdo cuando un amigo político vallartense acusaba agriamente a quienes criticamos a los gobiernos de «Agoreros y catastrofistas» hoy lo veo muy callado escribiendo cuentos románticos en un medio de comunicación alineado a los intereses políticos en turno.
También veo muy quitados de la pena a la sociedad en general lo que los cuatreros califican como «pueblo» porque para ellos la única sociedad que existe es la que disfrutan de robar en el gobierno.
Si esto sigue así no les extrañe que corran ríos de sangre y entonces espero que ese pueblo comprado con 2,000 pesitos bimestrales despierte y se una para sacar a esas ratas asquerosas del gobierno. (Yo lo escribí)
